¿Cómo aplicamos el minimalismo a la vida diaria, pero posta? ¿Cómo sé cuándo algo es esencial y cuándo es prescindible? ¿El minimalismo es algo que podemos incorporar todos de alguna forma? ¿O queda reservado para unos pocos desapegados?
Hace años se viene hablando mucho de minimalismo y esencialismo. Lo cierto es que la teoría garpa más que la ejecución real, aunque a todos nos sirva de norte para limpiar excesos.
Confieso que sané mucho la culpa por el desorden hace poco, luego de las últimas declaraciones de Marie Kondo. La creadora del severo método para deshacernos de mil cosas y redordenar lo poco que nos deja disponible, recientemente pidió disculpas al mundo porque se dio cuenta de que su método sólo funciona con solteros sin hijos que viven en países donde hay Ikea.
Kondo declaró que con tres criaturas ya no puede darle prioridad a su propia obsesión por el orden. En mi mente puedo ver la casa de Marie desbordada por la convivencia con infantes. Imagino sus veinticinco planetas en Virgo y Capricornio prendiéndose fuego y un poco lo disfruto: la cocina con las viandas del cole a medio comer, barro por todo el hall de entrada, pedazos de juguetes regados por toda la casa, encontrar pochoclo bajo su propia cama, hundido bajo su nalga.
Todo esto me sana mucho, porque si bien la respeté, nunca le creí, y creo que las mujeres tenemos que tener expectativas más reales de lo que se puede y de lo que no y no andar detrás de falsos gurúes que nos quieren acercar a un ideal que no existe.
Pienso que una cosa es un consejo o un tip; otra bien distinta es un dogma. El consejo se toma como se puede, el dogma limita. Dicho esto, les acerco algunas ideas para limpiar la diaria de excesos.
Cocina
Cocinar puede ser una tarea titánica para muchas, lo sé. Más si no te gusta, más aún si tu vida va muy rápido y aún no lográs bajarte del pony de la productividad y la aceleración. Nadie te juzga. Al contrario, buscamos herramientas para que, a pesar de todo eso, puedas armar un menú en casa, sea cual sea la situación de vida: soltera, acompañada, madre, viviendo con roommates.
Muchas de estas ideas se inspiran en la base de la eficiencia y organización que propone Cocinario, la publicación para la ecónoma inteligente que publicó Vik en 2022.
Algunas cosas que aprendí en la mesada de mi cocina:
- Siempre hay que tener huevos frescos en la heladera.
- Armá tu top 5 de vegetales: no hace falta comprar mil tipos, pero sí tener los estratégicos. En verano, frescos para ensaladas (hojas verdes, tomate, zanahoria, rabanito, etc). En invierno, para hacer grillados, salteados, vaporizados (boniato, papa, choclo, morrón, zucchini). Comprar lo que abunda porque eso significa que es de estación y además: billetera agradece.
- Abrazar lo buenos ingredientes de la alacena: le dan un toque especial a cualquier plato desabrido. Aceitunas, alcaparras, una mostaza tipo alemana o francesa, aceite de oliva extra virgen, un buen vinagre.
- Cocinar volumen: hacer bastante de todo para comer en la semana, congelar, usar para viandas. Un arroz, una quinoa, vegetales al vapor o grillados, huevos duros, pollito salteado, tortillitas tipo fajita. Con 2 o 3 tuppers con estos productos, sólo faltan 5 minutos para ensamblar, agregar producto fresco y calentar o grillar.
- Para todo, palta: es deliciosa, aporta grasas saludables, nutrientes a montones, da una saciedad de locos, se puede cortar, usar para untar… Ya lo dijo Pedro Pascal: se llama palta, chicas, no me vengan con avocado.
Acá les dejo una buena cantidad de recetas con no más de cinco ingredientes.
Skin care
Lo admito: verme bien me encanta, sostener una rutina diaria de skin care me aburre, me asfixia, me da ganas de entregarme a la buena de Dios y que mi cara sea lo que la naturaleza y el paso del tiempo decidan.
Como siempre, antes de tirar todo por la borda, logro calmarme un poco, llego al camino del medio de la cuestión, que es el siguiente: ¿cuál es la mínima expresión de skin care que puedo sostener? Y que lo que haga el resto del mundo femenino en Corea me tenga sin cuidado.
- Limpiar: dos veces por día te lo pido nomás. Buscar un producto acorde a tu piel también. Limpiá la piel de las impurezas más gruesas antes de aplicar el producto.
- Exfoliar: una buena; ni siquiera hace falta que lo hagas todos los días. Con dos veces por semana estamos. Usá productos suaves, los más abrasivos no son necesarios.
- Tonificar: ahora entran los toners. ¿Para qué sirven? Son un paso más profundo en el área de limpieza de la piel. También preparan la piel para humectantes, sueros y otros productos que sumes luego.
- Hidratar: cuando limpiamos y exfoliamos perdemos hidratación. Insisto, elegí un producto acorde al tipo de piel que tengas y al clima de donde vivís. No es el mismo producto para Santiago de Chile que para la humedad de Rio de Janeiro.
- Proteger del sol: SPF ma chérie, por siempre desde siempre y hasta siempre. Si no, entregate a la piel prematura en tus treintas, adiós baby face, bienvenidas las patas de gallo de surco intenso. Incluí el cuello y parte del pecho en esta rutina, haceme caso, que después nadie quiere verse el pechito de paloma achicharrado cual papiro en edad temprana.
Un par de links de skin care minimalista: Vogue / Bebeautiful.
Deco
Esto puede parecer superfluo, es cierto. Pero, para mí, si no hay armonía a mi alrededor, en lo que veo en mi espacio de vida y trabajo, no puedo vivir ni crear en paz. Es por eso que me parece vital que todo eso que nos rodea no nos abrume, distraiga, bajonee o dé rechazo.
Elaboré aquí algunos tips minimalistas para el hogar:
- Sumá espacio de guardado: si no podés evitar el acopio de objetos, procurá, al menos, que estén lo menos a la vista posible, si es que no son de uso constante. No espero que guardes el cepillo de dientes en su estuche, dentro del neceser que está dentro del vanitory cada vez que te laves los dientes, nadie puede sostener eso. Pero sería muy genial para el orden de tu cabeza que tengas a resguardo del desorden visual todo eso que no usás constantemente. Es medio polémico lo que voy a declarar pero pienso que lo que no se ve, no molesta. Al menos hasta que abrís el placard y se te cae todo en la cara. Been there, done that.
- Tené muebles con varios usos: un sofá con base para guardar chiches, una cama con espacio para zapatos, una mesa que es al mismo tiempo escritorio y mesa diaria. Todo lo que te reduzca volumen de mobiliario es un mueble menos que sumás a la casa y reduce sustancialmente las posibilidades de darte los dedos del pie contra algo.
- Practicidad ante todo: no te engolosines con algo beio si no aporta un uso. A no ser que vivas en un lugar con espacio amplio, cosa que no sucede conmúnmente en una gran ciudad, la pinteresteada por estética pura sale carísima, es un mueble o un espacio de uso que anulás porque da bien en fotos. Trabajá para que cada espacio y objeto tengan sentido.
- Elegí tus gadgets, elegí tu hobbie: si practicás entrenamiento funcional y necesitás pesas y otros elementos y también estudiás joyería y tenés un banco joyero y mil herramientas y resulta que además coleccionás cámaras de fotos antiguas, el lastre de objetos que ocupa cada interés se vuelve imposible de abarcar en un depto u hogar de dimensiones modestas. Mejor darlo todo con la inquietud que sea, comprar lo esencial hasta saber si esto viene para largo y dejar ir o vender aquello del interés que ya no lo es.
Para más consejos sobre cómo triunfar en el hogar con honestidad, María Chaucha es tu persona.
Link a tips de deco minimal / paletas de color reducidas.
Valija viajera
Conozco gente que vive en viaje. Es decir, estar en viaje es la norma. No lo hace por un período de tiempo determinado, como ese millennial del laburo que se fue dos años a Australia y ooops, lo agarró la pandemia en la Gold Coast, no. Hablo de gente cuya rutina, cuya norma, cuya forma de vivir, es el movimiento constante.
Me da dolor de cabeza, pensando en mis apegos, en cómo decretaría qué es importante y qué no, si tuviese ese estilo de vida. Si bien en cada etapa de la vida voy soltando formas de ser, hábitos y vínculos, con los objetos es otro cantar. Pero pienso en lo libres seriamos si la vida entrase en una mochila de 80 litros, ¿no?
Sin entrar en formas de vida extremas, pero sí pensando en viajes, valijas, bolsos que nos permitan movernos con liviandad por el mundo, buceé algunas cuentas que hacen ese trabajo por nosotras.
En esta nota nos dan tips varios para pensar nuestro equipaje, sea el tipo de viaje que sea, hacia donde sea y en el medio de transporte que sea. Attenti que si el viaje es por evento, boda o trabajo formal, la cosa cambia: hay menos espacio aún para pilcha de día y hay que reservar espacio para mudas formales.
Algunos destacados:
- Mudas programadas: volvé a lo básico y trabajá para que todo combine con todo. Para las fanas de las estampas lamento decir que esto no es sencillo, pero siempre se puede sumar un vestido con alto pattern a lo Makimekko o una prenda de arriba con pattern bien dicharachero. Si te vas al invierno puede ser un alto ugly sweater a la Biill Cosby.
- Limitar calzados: y acá voy a ser terminante, porque pienso que si se viaja hay que abrazar la salud del pie y no priorizar lo aesthetic, aunque todas nos queremos sacar esa foto entre papagayos en pleno Tamarindo con nuestro maxi solero y esas sandalias hermosas de tiritas que solo soportamos media hora de pie. No hace falta más que una buena zapatilla (no me quieran convencer que las botitas Converse o las Vans lo son), una sandalia todo terreno si es en modo verano (Birkenstock originales, lo valen es cierto, pero más valen tus pies), o un par de borcegos si vas al invierno.
- Minimizar el uso de electrónicos: esta es más complicada si viajás por mucho tiempo y si vas a trabajar con ellos. Pero pensaría en reducir adaptadores, no engolosinarte con la cantidad de accesorios y lentes si viajás con cámaras y subir todo lo que se pueda a la nube, para no andar acarreando discos externos por todo el planeta.
2 comentarios
Me encantoooooooooo!
Muchas gracias por los tips!
Tengo la Happimess pero marzo me tiene mas que ocupada para bajar a papel y ni siquiera me arme los trackers (que me parecen una genialidad)
Vengo aplicando lo minimalista y esencial para sobrevivir a un mes recargado de trabajo y con tres niñas sin volverme loca. Anclada MUY en el presente y juro que fluye, estoy muchísimo menos neurótica.
Gracias por la inspiración!
Hora de ir a preparar las fajitas de pollo con arroz y ensalada de arroz para las viandas de mañana!
Besoooo happimess
Qué áespero Marzo y rearmar todos los sistemas del arranque anual! Te deseamos mucha buena organización, menúes y fajitas. Y ante todo, simpleza.
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