Cómo salir del auto sabotaje

Ilustración de portada: Burning Dog Comic por KC Green.

Mel Robbins es coach y experta en relaciones, pero lo que la apasiona es ayudarte a conseguir lo que quieras, por el medio que sea necesario. Es una verdadera María desatanudos. Se presentó en el 2011 en TEDx San Francisco con esta pregunta: ¿Qué es lo que realmente querés para vos? No para tu familia o el bien de la humanidad. Mel te mira a los ojos y te pide que en un segundo digas lo que está adelante tuyo, así como sale, sin filtro. Probá ahora.

Agarrá un papel suelto (o buscá una hoja que puedas arrancar, escribir y si lo deseas quemar) y escribí en una sola oración:
“HOY QUIERO ESTO PARA MI:”

¿Pudiste? Qué difícil se me haaaace… liberarme de todo este equipaje. Porque resulta que si me pedís elegir una sola cosa siento que estoy traicionando a alguna otra parte de mí. Busco la mejor forma de formular algo lo suficientemente amplio para que me integre todas las expectativas de futuro y me quedo con una frase acartonada de póster motivacional. Fail.

Mel apunta a que conseguir lo que uno quiere es simple: hoy hay herramientas accesibles para aprender de todo, guías y ejemplos para copiar. Los mecanismos, las tecnologías, los conocimientos existen. Y mucha gente hace buen uso de todos esos dispositivos y arrasa distancias sociales y económicas en tiempos que para otras personas resultan supersónicos o directamente imposibles de completar en el curso de una sola vida. Que sea simple, no quiere decir que sea fácil.

La dificultad podría estar en la parte de conseguir recursos, pero lo que esta autora señala es que el problema está enquistado en otro lugar, uno menos aparente y ciertamente más embustero: en la idea de que “estamos bien”.

Si me preguntan ¿cómo andas?, mi respuesta es por defecto “bien”.

¡Mentira! Nadie en 2021 anda bien. “Si, solo tenemos que esperar que pase el COVID para volver a (insertar actividad favorita) pero es lo que nos toca…”. ¿Se entiende el punto? Sin embargo repetimos “bien” con tanta facilidad que terminamos por convencernos de que realmente lo estamos. Bien.

Pero (y esto me pareció fascinante) Mel nos viene a decir que no es nuestra misión en este mundo venir a aguantarnos el aburrimiento hasta que termina. Y para que no nos quede duda, ahora que estamos tan enganchados con las métricas y las estadísticas, ella trae un numerito fascinante. El Dr. Ali Binazir ha calculado las probabilidades estadísticas de que una persona nazca. Sí, cualquiera de nosotros comparte este número estadístico aproximado, desde el comienzo de las eras hasta hoy. ¿Y quieren saber cuál es?

Una en 400 trillones.

Vaya si tenemos un golpe de mágica suerte a.k.a. milagro para honrar. Entonces, ¿cómo salimos del estado de auto sabotaje?

Dominá tu energía de activación

Para ir de un hábito que realizamos en forma automática a una actividad diferente a la habitual, necesitamos algo que los científicos denominan “energía de activación”. Mel propone un micro experimento bien simple: poné el despertador para levantarte 30 minutos antes. Cuando suene, tirá las sábanas, levantate de un salto y empezá tu mañana. Hacelo un solo día pero con la conciencia total de la energía física que necesitás acumular y gestionar para romper con tu inercia. Ese es el único dato importante de este ejercicio. Percibir claramente la energía física que te demanda hacer algo “en contra de tus ganas” (de tu rutina habitual, que sería seguir durmiendo).

Si vuelven al principio de su agenda Happimess 2021, en la sección “Nuevas Rutinas de Amor Propio” les proponía agarrar un cuaderno y anotar unas consignas sin tocar el teléfono. Luego levantarse, hidratarse y hacer yoga. ¿Quieren que les cuente algo? Me di cuenta en la práctica que me resultaba mucho más difícil esa secuencia que simplemente “salir de la cama”, pasar por baño, tomar agua y hacer yoga. ¿Saben por qué? Porque quedarme tirada en la cama escribiendo no me ayudaba para nada a reunir la fuerza necesaria para activarme. Y mi instinto natural se fue transformando en “un ratito más”. Cuando lo entendí, empecé a hacer algo distinto: ahora me siento en la cama y empiezo a mover el cuello. Eso calienta mis músculos y me conecta con la energía física para salir de la cama. Es mágico. ¡Prueben! Analicen su rutina de la mañana e intenten identificar cómo se vinculan con la energía de activación, si es un recurso interno que identifican, tienen dominado, o no.

Nunca vas a tener “las” ganas

Lo que argumenta Mel es que nadie nos explica que tenemos que activarnos contra nuestras ganas de no hacer nada para poder ser los seres humanos extraordinarios que estamos destinados a ser. Cuando somos pequeños, quienes cumplen ese rol de imponernos actividades pese a nuestras ganas, son nuestros padres. Cuando nos convertimos en adultos, la responsabilidad de activarnos recae en nosotros. Pero de alguna forma nos engañamos detrás de la idea de que “las ganas” son una buena brújula, aludimos a “la intuición” de nuestras emociones como fundamento de nuestra falta de motivación y clausuramos nuestras posibilidades detrás de la justificación socializada de que “estamos bien” porque… (“hay gente que la está pasando peor”, “mañana será mejor”, “esto es lo mejor que vamos a estar”, etc). Recaemos en el bitching, a.k.a. “la queja”.

¿La solución? Forzar a tu cerebro para que no recurra a las dos herramientas por las que tiene predilección, según Mel el piloto automático y el freno de emergencia.

El piloto automático es el funcionamiento estándar del cerebro. Por lo general pasamos gran parte del día repitiendo acciones sin pensar en ellas. Para salir del piloto automático tenemos que forzarnos a salir de la zona de confort. Básicamente, cuando una rutina nos aburre, tenemos que salir a explorar.

Pasar nuestros días estancados haciendo lo mismo no es nuestro estado “natural”. En nuestro cuerpo y en la naturaleza todo crece, evoluciona. Mel propone observar estas emociones de hastío frente a la rutina y tomarlas como una señal de nuestro cuerpo que nos pide cambiar de horizonte: salir a explorar. ¡Decile sí a esas vacaciones exóticas! La migración tiene una razón de ser.

El freno de emergencia es lo que aparece cuando una situación inusual se presenta. Según Mel, el freno corrige el curso anormal lo suficiente para volver al piloto automático, y nos impide conectar lo suficiente con la novedad para romper la inercia. En este caso Mel propone asumir que “no vamos a tener las ganas” y que eso no es señal de que no esté bueno lo nuevo. Es simplemente señal del límite de la zona de confort. Pero detrás de ese límite, están las tierras vírgenes de la motivación. Solo hay que pasar la rompiente masterizando tu energía de activación.

Y no se trata de ser valientes, porque tampoco hay que ir tan tan lejos. Mel habla de 3 segundos: los 3 primeros segundos cuando salís de la cama apestan, pero después ya no importan más. Los 3 primeros segundos de esa llamada en frío querés que te trague la tierra, pero después ya estás resolviendo el motivo de la llamada. Es como meterte a una pileta fría. No en vano la sabiduría popular habla de tirarse un piletazo.

Y acá está el datazo: si tardás más de 5 segundos en actuar físicamente sobre una idea, el cerebro activa el freno automático y la idea se muere. Si tenés ganas de salir a bailar en una pista intimidantemente vacía, tenés 5 segundos para tirar el paso antes de que ooops! Freno de mano. Espero hasta que se llene la pista... si se llena. Si alguien te dice algo inspirador que despierta una idea y tardás más de 5 segundos en registrar físicamente lo que pensaste, bye bye idea (la cantidad que perdí así es infinita… por eso insisto en siempre llevar una libreta a mano!).

Tu problema no son las ideas. Tu problema es que no actuás sobre tus ideas. Las matás. No es culpa de nadie más, te lo estás haciendo a vos misme. ¡Basta! Estoy contando con vos: unx en 400 trillones. Tenés cosas que hacer, y no van a suceder en tu cabeza.

MEL ROBBINS

En resumen:

1. Sos un copito de nieve estadísticamente especial. Sé todo lo queer que sos y no intentes camuflarte en la nieve.
2. Sé egoísta para definir lo que querés, porque sos el único ser con el poder de actuar consecuentemente hasta lograrlo.
3. Conquistá tu energía de activación: identificala y usala concientemente.
4. No te guardes para una mejor ocasión: actuá sobre tu impulso y no demores más de 5 segundos para escaparte de tu freno de emergencia.
5. Reemplazá el bitching por el exploring. Menos queja, más coraje para salir de la zona de confort.
6. Tené a mano siempre un cuaderno o una libreta para anotar ideas antes de que pasen 5 segundos. Bastan unas palabras, el truco es salir de la cabeza y pasar a la acción.

Gracias a Majo Rufini por el arte de esta nota!
Podés apoyar al creador del Burning Dog, KC Green, en su cuenta Patreon.

Fuentes:

La charla de Mel Robbins: https://www.ted.com/talks/mel_robbins_how_to_stop_screwing_yourself_over/transcript

Los cálculos del Dr. Ali Binazir, coach ingeniero de la felicidad: https://happinessengineering.com/miraculous-you-on-the-probability-of-being-born/

El origen de Burning Dog, el meme: https://www.theverge.com/2016/5/5/11592622/this-is-fine-meme-comic